En el mundo de la salud digestiva, el SIBO (Sobrecrecimiento Bacteriano del Intestino Delgado) ha emergido como un término de gran relevancia. Aunque pueda sonar complejo, en realidad, el SIBO es un trastorno que puede causar una serie de síntomas incómodos y perjudiciales. En esta entrada, exploraremos en detalle qué es el SIBO, sus causas subyacentes, los factores de riesgo involucrados, así como una descripción de los síntomas comunes y menos comunes que presenta. Además, ahondaremos en cómo el SIBO puede afectar diferentes sistemas del cuerpo, proporcionando una visión completa de su impacto.
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Qué es el SIBO
La siglas para describir este problema hacen referencia a “Small Intestine Bacterial Overgrowth“, en español: sobrecrecimiento bacteriano en el intestino delgado.
El síndrome SIBO se refiere a un exceso de crecimiento bacteriano en el intestino delgado, la sección del sistema digestivo que normalmente contiene menos bacterias en comparación con el intestino grueso.
Las bacterias en el intestino delgado ayudan en la digestión y absorción de nutrientes, pero cuando su número aumenta de manera descontrolada, pueden causar una serie de problemas.
Historia del SIBO
En la década de 1970, el SII (Síndrome de Intestino Irritable) se consideraba psicogénico y se trataba con medicamentos antidepresivos. En la década de 1980, se reconoció como un trastorno de motilidad, con dos subtipos: SII-C (estreñimiento) y SII-D (diarrea). Los investigadores desarrollaron los “criterios de Roma”. No estaba destinado a ser utilizado para el diagnóstico clínico. La condición se trató con antagonistas y agonistas de la recaptación de serotonina.
En la década de 1990, se observó una alteración en la percepción del dolor en el tracto gastrointestinal en el SII, conocida como “hipersensibilidad visceral”. Y se describió el síndrome de “SII postinfeccioso”, en pacientes que desarrollaron SII después de un episodio de enfermedad transmitida por alimentos.
En 2006, se publicó el libro de Mark Pimentel “Una nueva solución para el SII”, donde informó sus hallazgos de que las bacterias eran el eslabón perdido en el tratamiento del SII.
En 2011, Allison Siebecker, ND, MSOM, LAc comenzó a escribir y dar conferencias sobre SIBO y llevó el conocimiento de la condición a la profesión naturopática.
En 2015, el antibiótico rifaximina fue aprobado para el tratamiento del SII-D, y se convirtió en el tratamiento convencional estándar para el SIBO.

Tipos de SIBO según los gases
Hay tres tipos principales de gases producidos por las bacterias en el intestino delgado: hidrógeno, metano y sulfuro de hidrógeno. Cada uno de estos gases tiene características únicas y puede causar diferentes síntomas en el paciente.
- SIBO hidrógeno (H2): Este es el gas más comúnmente producido en el SIBO. Se produce cuando las bacterias fermentan carbohidratos en el intestino delgado. Los niveles elevados de hidrógeno están asociados con diarrea y síntomas de malabsorción.
- SIBO metano o IMO (CH4): El metano es producido por un tipo específico de bacteria llamada arquea metanogénica. Los niveles elevados de metano están asociados con estreñimiento y pueden ralentizar el tránsito intestinal.
- SIBO sulfuro de hidrógeno (H2S): Este es un gas recientemente identificado en el SIBO y se cree que es producido por bacterias que fermentan proteínas en lugar de carbohidratos. Los niveles elevados de sulfuro de hidrógeno pueden estar asociados con diarrea y síntomas de malabsorción.
¿Cómo saber si tengo SIBO?
SIBO, o sobrepoblación bacteriana del intestino delgado, es causado cuando las bacterias que normalmente están presentes en el intestino grueso comienzan a crecer en el intestino delgado. Esto causa problemas porque muchas de estas bacterias y otros organismos unicelulares llamados archaea fermentan azúcares para producir gases.
Síntomas del SIBO
La presencia de estos gases, generalmente hidrógeno y metano, puede causar una serie de síntomas y aquí están los seis más importantes:
- Distensión abdominal: una sensación de plenitud e incomodidad, especialmente 1-2 horas después de comer comidas ricas en carbohidratos (los azúcares son un tipo de carbohidrato).
- Dolor abdominal: relacionado con la distensión, ya que los gases se acumulan en el intestino delgado, estiran las paredes intestinales y esto puede ser muy doloroso.
- Eructos excesivos: ¡el gas tiene que ir a algún lugar! Mientras que es normal eructar después de comer o beber, el SIBO puede causar eructos realmente excesivos.
- Reflujo: tomar medicamentos para el reflujo durante mucho tiempo podría ser una de las razones por las que alguien tiene SIBO.
- Flatulencia: nuevamente, algo de gases es normal, ¡pero los pacientes con SIBO suelen ser muy ventosos y los gases puede ser muy oloroso!
- Diarrea/estreñimiento: a menudo visto como un síntoma del síndrome del intestino irritable (SII), pero también puede ser un síntoma de SIBO.

Además de estos síntomas comunes, existen síntomas menos frecuentes que también pueden estar asociados al SIBO, como:
- Náuseas y vómitos: Sensación de malestar estomacal y episodios de vómitos.
- Pérdida de peso inexplicada: El SIBO puede afectar la absorción de nutrientes, lo que lleva a la pérdida de peso.
- Dolor en articulaciones y músculos: El sobrecrecimiento bacteriano puede desencadenar inflamación en diferentes partes del cuerpo.
- Síntomas neurológicos: En algunos casos, el SIBO puede contribuir a síntomas neurológicos como migrañas y dificultades de concentración.
El SIBO puede ser diagnosticado y tratado. El diagnóstico implica una simple prueba de aliento que se puede hacer en casa. Hay una variedad de tratamientos para el SIBO, incluyendo modificaciones dietéticas y medicación.
Pruebas de detección del SIBO
Lamentablemente, no hay una prueba perfecta. El intestino delgado (ID) es un lugar difícil de acceder. Si queremos ver o tomar muestras del ID, la endoscopia solo llega a la parte superior, y la colonoscopia solo llega a la parte final. La porción media, que es sustancial (aproximadamente 17 pies), no es accesible, excepto por cirugía. Y las pruebas de heces reflejan predominantemente el intestino grueso. Afortunadamente, hay una prueba no invasiva que se utiliza comúnmente en la investigación y práctica clínica del SIBO: la prueba de aliento de Hidrógeno.
La Prueba de Aliento de Hidrógeno se utiliza para diagnosticar varias condiciones: infección por H. pylori, malabsorción de carbohidratos (por ejemplo, lactosa) y SIBO. La Prueba de Aliento SIBO mide el hidrógeno (H) y metano (M) producido por bacterias en el ID que ha difundido en la sangre, luego en los pulmones, para expiración. H y M son gases producidos por bacterias, no por humanos. La producción de gas se grafica durante el tiempo de tránsito del ID de 2 o 3 horas y se compara con la línea de base. Los pacientes beben una solución de azúcar de glucosa o lactulosa después de una dieta preparatoria de un día. La dieta elimina gran parte de los alimentos que alimentarían a las bacterias, permitiendo una clara reacción a la solución de azúcar.
Prueba de Aliento de Lactulosa (LBT) y Prueba de Aliento de Glucosa (GBT)
Los humanos no pueden digerir ni absorber lactulosa. Solo las bacterias tienen las enzimas adecuadas para hacerlo. Después de consumir lactulosa, producen gas. Si hay sobrecrecimiento, esto se reflejará en los niveles de H y/o M. La ventaja de LBT es que puede diagnosticar el sobrecrecimiento en el extremo distal del ID, que se cree que es más común. La desventaja es que no puede diagnosticar el sobrecrecimiento bacteriano tan bien como el GBT. Tanto los humanos como las bacterias absorben glucosa. La glucosa se absorbe dentro de los primeros tres pies del ID. Por lo tanto, si los gases bacterianos H y/o M se producen durante esta prueba, refleja un sobrecrecimiento en el extremo proximal/superior del ID (dentro de los primeros dos pies). La ventaja de esta prueba es que diagnostica con éxito y precisión el sobrecrecimiento proximal. La desventaja es que no puede diagnosticar el sobrecrecimiento distal, que ocurre en los últimos 17 pies del ID, que se cree que es más común.
Las pruebas generalmente se realizan en casa con un kit para llevar a casa. Toma 3 horas por la mañana después de un ayuno de 12 horas la noche anterior y una dieta especial el día anterior. Los kits para el hogar se pueden obtener de numerosos laboratorios de pruebas de aliento. Los kits de lactulosa requieren una receta médica.
En 2017, se publicó la declaración de consenso de América del Norte sobre las pruebas de aliento basadas en H y M. Un aumento en el hidrógeno de ≥20 ppm a los 90 minutos durante la BT de glucosa o lactulosa para SIBO se consideró positivo. Los niveles de metano ≥10 ppm se consideraron positivos para metano.
Problemas que puede dar el SIBO
El sobrecrecimiento bacteriano puede causar varios problemas:
- Dañan las microvellosidades, que son la superficie absorbente del intestino delgado. Esto puede llevar a la malabsorción de nutrientes. Las microvellosidades también son responsables de la digestión de pequeñas moléculas de almidón provenientes de los alimentos. Cuando las microvellosidades no funcionan, las bacterias utilizan estas pequeñas moléculas de almidón para causar fermentación. Esta fermentación bacteriana produce gas metano e hidrógeno. Esto no solo es incómodo, sino que causa más daño a las microvellosidades. La investigación ha demostrado ahora que el SIBO es una causa principal de la permeabilidad intestinal o “intestino permeable“, una condición donde las partículas de alimentos parcialmente digeridos son absorbidos a través del revestimiento del intestino delgado, provocando una reacción inmunológica. El intestino permeable también provoca que los subproductos bacterianos sean absorbidos, siendo un desencadenante principal para la inflamación.
- El intestino permeable también puede causar malabsorción de nutrientes de los alimentos, lo que puede causar una amplia variedad de síntomas como piernas inquietas por la noche, fatiga, erupciones cutáneas, dolores musculares, así como una serie de síntomas digestivos.
- Las bacterias causan que la motilidad del intestino delgado se ralentice o funcione incorrectamente, causando más fermentación. Restaurar la motilidad adecuada en el intestino delgado es un enfoque principal para eliminar el SIBO de forma definitiva y es probable que su profesional de la salud le recete un suplemento o medicamento “procinético”.
- Muchas personas que dan positivo en las pruebas de SIBO también tendrán una coinfección con organismos fúngicos, una condición conocida como SIFO (sobrecrecimiento fúngico del intestino delgado). La dieta Bi-Fásica de SIBO también ayuda a abordar este problema.
Causas del SIBO
El SIBO puede tener diversas causas subyacentes, pero una de las principales es la alteración en la motilidad intestinal, que es el proceso de movimiento de los alimentos a través del sistema digestivo. Si la motilidad intestinal es lenta o ineficiente, puede llevar a la acumulación de bacterias en el intestino delgado, lo que desencadena el SIBO. Además, factores como la anatomía alterada debido a cirugías abdominales previas, enfermedades como la enfermedad de Crohn o la diabetes, así como el uso excesivo de antibióticos, pueden aumentar el riesgo de desarrollar SIBO.
Factores de riesgo del SIBO
Algunas personas están más predispuestas al desarrollo de sobrecrecimiento bacteriano debido a ciertos factores de riesgo.
- Disfunción motora: Como se mencionó anteriormente, la lentitud en la motilidad intestinal es un factor clave en el desarrollo del SIBO.
- Enfermedades digestivas: Afecciones como la enfermedad de Crohn, la enfermedad celíaca y la gastroparesia pueden predisponer al SIBO.
- Cirugía abdominal previa: Las intervenciones quirúrgicas pueden alterar la anatomía intestinal, creando condiciones propicias para el sobrecrecimiento bacteriano.
- Uso de medicamentos: Antibióticos, inhibidores de la bomba de protones y otros medicamentos que afectan el equilibrio bacteriano pueden desencadenar el SIBO.

Impacto en diferentes sistemas del cuerpo
El SIBO no solo afecta el sistema digestivo, sino que también puede tener un impacto en otros sistemas del cuerpo. Por ejemplo:
- Sistema inmunológico: El sistema inmunológico puede ser afectado debido a la inflamación crónica causada por el SIBO, lo que podría aumentar el riesgo de enfermedades autoinmunes.
- Sistema nervioso: La relación entre el intestino y el cerebro es conocida como el eje intestino-cerebro. El SIBO puede influir en este eje y contribuir a problemas neurológicos como la ansiedad y la depresión.
- Absorción de nutrientes: La proliferación bacteriana en el intestino delgado puede interferir con la absorción de nutrientes clave como vitaminas y minerales, lo que conduce a deficiencias nutricionales.
- Inflamación sistémica: El SIBO puede desencadenar una respuesta inflamatoria en todo el cuerpo, lo que aumenta el riesgo de diversas enfermedades inflamatorias.
Tratamiento del SIBO
Tres elementos esenciales comprenden el tratamiento efectivo para el SIBO: eliminar las bacterias, restaurar la motilidad y restaurar el revestimiento intestinal. Las bacterias se pueden eliminar con rifaximina y otros antibióticos recetados, antibióticos herbales, dieta elemental y dieta baja en FODMAP.
Antibióticos recetados
Los estudios de dosificación de antibióticos recetados han logrado hasta un 91% de éxito en la erradicación del SIBO (medido por la prueba de aliento de hidrógeno) y una mejora del 94% en los síntomas. Los principales antibióticos utilizados son rifaximina (Xifaxan) y neomicina. Ambos son casi completamente no absorbibles y generalmente no causan efectos secundarios sistémicos, como infecciones del tracto urinario o infecciones por hongos. La rifaximina es cara en los EE. UU. ($400-$1000 por 14 días). La metronidazol también se puede usar como alternativa a la neomicina. La rifaximina puede ser utilizada para todos los casos de SIBO. La dosis es de 550 mg 3 veces al día durante 14 días. Para IBS-C, se recomienda la terapia combinada con rifaximina y neomicina (500 mg dos veces al día) o metronidazol (250 mg 3 veces al día). Si está presente diarrea alternante con estreñimiento, se sugiere el uso de rifaximina sola.
Medicina natural
Los antibióticos herbales son efectivos para aliviar los síntomas y reducir los niveles de gas en las pruebas de aliento. Un estudio multicéntrico encontró que “las terapias herbales son al menos tan efectivas como la rifaximina” con “tasas de respuesta y perfiles de seguridad similares”. El estudio utilizó dos fórmulas de combinación herbal juntas, a una dosis de 2 cápsulas 2 x día x 4 semanas, para cada fórmula.
Dieta elemental
Este enfoque busca matar de hambre a las bacterias, pero alimentar a la persona, reemplazando las comidas durante dos semanas con una fórmula elemental: nutrientes en polvo en forma predigerida, fácilmente absorbible. Las fórmulas elementales contienen aminoácidos, carbohidratos como glucosa y/o maltodextrina, grasa como varios aceites y vitaminas y minerales. La dieta elemental es efectiva para la erradicación del SIBO en el 80-85% de los pacientes. La dieta elemental es útil para aquellos que no pueden tolerar los antibióticos o que han fallado en otros tratamientos.
Dieta baja en FODMAP
FODMAP es un acrónimo de fermentable oligosacáridos, disacáridos, monosacáridos y polioles. Estos son carbohidratos fermentables de cadena corta que no se absorben bien en el intestino delgado y se fermentan rápidamente por las bacterias en el intestino grueso. La dieta baja en FODMAP es efectiva para reducir los síntomas del SIBO en el 50-75% de los pacientes.
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Curación del SIBO
Una pregunta muy frecuente es si el SIBO se cura. Aquí la respuesta.
El revestimiento intestinal puede necesitar tiempo para repararse del daño del SIBO antes de que pueda digerir y absorber adecuadamente todos los alimentos. Se recomienda un mínimo de tres meses de suplementación con probióticos y una fórmula de reparación gastrointestinal para este propósito.
La evidencia sobre el beneficio de la terapia con probióticos en pacientes con SIBO es controvertida. Los hallazgos de un metaanálisis indicaron que la suplementación con probióticos podría descontaminar significativamente el SIBO, disminuir la concentración de H2 y aliviar el dolor abdominal, pero fueron ineficaces para prevenir el SIBO.
El SIBO es demasiado complejo para respaldar una afirmación de que ciertos tipos de probióticos resolverán el problema del SIBO cuando hay interacción entre cientos de diferentes tipos de bacterias en el tracto gastrointestinal.